sábado, 1 de septiembre de 2012

Después de la muerte de Tomás Mejía y Miguel Miramón

Tomás Mejía
Tomás Mejía (1820-1867)

Fue uno de los principales generales del ejército conservador. En su juventud combatió en la guerra entre México y Estados Unidos (1846-1848). Apoyo el imperio de Maximiliano y murió fusilado junto a él.

Tumba de Tomás M.
Luego del fusilamiento un 19 de junio de 1867, la viuda del general Tomás Mejía solicitó el cadáver de su esposo y se lo llevo a la ciudad de México, sin embargo, era tan pobre que no tuvo dinero para sepultarlo, así que mientras reunía el dinero suficiente para el funeral aprovechó que su difunto esposo estaba muy bien embalsamado y decidió sentarlo en la sala de su hogar. Durante tres meses el cadáver del general dio la bienvenida a las visitas en su humilde casa de la calle Guerrero. Finalmente, gracias a la intervención del presidente Juárez, la mujer pudo sepultarlo en el panteón san Fernando. 


Miguel  Miramón
 Miguel Miramón (1831-1867)

Fue cadete del colegio militar y participo en la defensa del Castillo de Chapultepec. Se convirtió en la mejor espada del partido conservador durante la guerra de Reforma, fue presidente de México a los 27 años (1859) y apoyo al imperio de Maximiliano.
Concha Lombardo

La viuda del General Miguel Miramón, doña Concha Lombardo, solía decir  que el corazón de su esposo era   inmensamente bondadoso y se le hizo apropiado extraerlo de su cadáver luego de que fuera ejecutado el 19 de junio de 1867, junto a Maximiliano y al general Tomás Mejía. Durante días, la señora Lombardo presumía que el corazón de su marido la había amado hasta la locura. solía ponerlo junto a una veladora para iluminarlo. La oportuna intervención de un sacerdote, quien le dijo que aquel corazón ya pertenecía a dios y no podía continuar llevándolo a todos lados. Finalizó con semejante excentricidad y el corazón fue inhumado.

Bibliografia: Rosas, Alejandro. "Anecdotario insólito de la historia mexicana". Ed. Trilce. México 2008

La patria es primero


Mocorito, Sinaloa
Agustina Ramírez, originaria de Mocorito Sinaloa, no fue una madre común y corriente. Durante la guerra contra la intervención Francesa y el imperio de Maximiliano. Agustina sufrió la muerte de su marido, que había marchado al campo de batalla, pero no lloró, tomo valor y ofreció la  vida de sus doce hijos para defender la república. "Os los entrego, porque cuando la patria está en peligro, los hijos ya no pertenecen a los padres", solía decir. No perdió uno o dos hijos sino los doce.
Agustina Ramírez

Según cuenta la historia, Agustina dejo una frase para la posteridad: "Por qué, dios mio, no tengo otro esposo y otros doce hijos para que continúen defendiendo a la patria del invasor?"

De 1862 a 1867 México vivió el periodo conocido como la intervención y el imperio durante esos años, el ejército francés, apoyado por un importante numero de mexicanos que deseaban una monarquía, ocupó buena parte del territorio mexicano y estableció un imperio que, de 1864 a 1867, estuvo en manos de Maximiliano de  Habsburgo. La resistencia fue encabezada por el gobierno republicano de Benito Juárez, cuya causa finalmente triunfo en 1867.

Bibliografia: Rosas, Alejandro. "Anecdotario insólito de la historia mexicana". Ed. Trilce. México 2008