viernes, 17 de agosto de 2012

Resurrección


Madero asesinado
El espiritismo que rodeó a Francisco I. Madero y su asesinato crearon un ambiente místico en los días siguientes a su muerte. Al acercarse la Semana Santa, en marzo de 1913. La gente esperaba que madero resucitará. Su tumba en el panteón Francés de la piedad, semejaba un hermoso jardín. Decenas de arreglos florales, coronas, hojas de poemas y pensamientos llenaban de luz aquel triste lugar. al acercarse la fecha esperada. El gobierno de Victoriano Huerta Tomo sus providencias: "pusieron soldados alrededor del panteón -escribió un testigo de la época-. Se temía se sacaran el cadáver. Pusieron guardias para que no dijeran que hoy domingo de resurrección había resucitad. Por más que hacen, a los ojos del pueblo, no es posible diferenciar a judas Iscariote de Huerta". Amanecio el esperado domingo y desde luego no paso nada. Sin embargo muchos dijeron que, desde su muerte, Madero había resucitado en la conciencia nacional.

Bibliografia: Rosas, Alejandro. "Anecdotario insólito de la historia mexicana". Ed. Trilce. México 2008

Calle Madero, Centro Histórico

San Francisco... y Madero

Calle Madero
Durante siglos , la actual calle de madero del Centro Histórico de la ciudad de México , era conocida como San Francisco porque en su primer tramo se encontraba el famoso y magno convento de la orden Franciscana, en su segundo tramo era conocido como plateros p0rque ahí se encontraba un sin número de joyeros dedicados al trabajo de la plata. Por mucho tiempo fue la calle más importante de la Cuidad de México. 
Villa colocando la placa a la calle Madero



El 8 de diciembre de 1914, la gente presencio la llegada de Pancho Villa a la esquina de San Francisco e isabela Católica. El centauro del norte  -como le llamaban- bajó de su caballo, pidió una escalera, retiró la placa que señalaba "Calle de San Francisco" y coloco una nueva con el nombre de Francisco I. Madero. Para asegurarse que nadie intentaría cambiarla, pistola en mano lanzó una amenaza, juro acabar con aquel que se atreviera a retirar el nombre del expresidente -y amigo suyo-, asesinado un año antes. Desde entonces esta calle lleva el nombre de Madero.

Bibliografia: Rosas, Alejandro. "Anecdotario insólito de la historia mexicana". Ed. Trilce. México 2008